Tras el estreno en Daganzo de Don Juan Tenorio, de Zorrilla,
me animo a escribir estas pocas líneas para dejar constancia y agradecimiento a
quienes se empeñan de modo obstinado en favorecer que la cultura sea
protagonista de las vidas de la gente. Si todo es importante, que lo es, la
cultura lo es por lo que implica de arraigo y conocimiento. Hoy en Daganzo podemos hablar
de Don Juan Tenorio desde la cercanía, tras haber recorrido sus versos con afán
y entendimiento.
Éste proyecto, que en su origen parecía lejano y difuso, ha
logrado culminar dos años de trabajo en un éxito lo suficientemente importante
para que persista en el recuerdo de quienes le han dado forma con su aportación
y creatividad. Un proyecto que se ha extendido de modo común a un elenco
maravilloso en el que han intervenido mucha gente. Desde que se preparó una
lectura dramatizada hasta la puesta en escena, la experiencia ha resultado
sumamente didáctica y nutritiva.
Llegado el momento de recoger frutos, este trabajo reporta
aplausos, que es la moneda natural que necesitamos los creadores para
satisfacer nuestros desvelos. En el mundo del teatro aficionado donde nos
movemos, una hogaza de aplausos nos repara el resuello tras el camino y alivia
los corazones fatigados tras el esfuerzo. Dónde hay mayor rendimiento…
Así, quienes comprenden que esta actividad necesita del
apoyo suficiente para sostenerla, cuentan con mi agradecimiento pleno y mi
entrega sin paliativos. Desde el ayuntamiento de Daganzo han apostado por La
Cultura y la sostienen como pueden. Y yo lo reconozco, gracias.
1 comentario:
No se ve al guapo de Don Luis por ninguna parte...
Publicar un comentario