“Sólo sí es sí”
Bravo por
Irene Montero. Sólo Sí es Sí, es una manera aplastante de reconducir la cretina
autoridad del juez/jueza que interpreta las leyes acorde con su propio prejuicio
en aras de sujetar un pasado odioso en pleno siglo XXI. Bravo por Irene, que ha
logrado sobrepasar la distancia que media entre las víctimas y el estrado donde
se rellanan sus señorías: La Audiencia Provincial de Navarra en letargo ominoso, desfasado, caduco, de otros
tiempos acaso remotos. Con los jueces heredados del franquismo hay que ser así:
contundente, contra menos letras/palabras mejor, porque si se deja el arbitrio
caprichoso en cuestiones que rayan en la defensa del patriarcado, ellos siempre
se vuelcan a “lo de siempre” poniendo el necio catecismo como parapeto.
Se equivocan los fascistas pensando, diciendo y publicando que “El Sí es Sí” es feminismo, no lo es. Se equivocan quienes lo tilden de feminista, todos. “El Sí es Sí” es, al contrario, uno de los logros más importantes de la sociedad entera que pretende avanzar en la libertad de quienes conviven con un yugo asignado desde el mismo nacimiento. Hay suficiente literatura para sostener esta demanda ahora conseguida en beneficio de quienes son perjudicadas desde el principio de los tiempos solo por ser mujer. Sólo Sí es Sí, claro, fácil, contundente señoría juez/jueza conservadora, católica o del Opus.
Me encuentro entre quienes admiran a Irene Montero. Ella quedará en los libros y en las hemerotecas como propulsora de este avance social. Será distinguida como insigne por haber llevado el proyecto adelante, consiguiéndolo: “Sólo Sí es Sí”. Del mismo modo que Clara Campoamor es referencia en la conquista del sufragio femenino. Y como tantas otras mujeres y hombres que, despacio, pero con tesón, conquistan avances para la sociedad a la que pertenecen.
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