miércoles, 6 de julio de 2022


¡Metralletas! A cala y a prueba, oiga 

 

Otra de las consecuencias que conlleva la aportación desmesurada a la OTAN = 2%, o lo que es lo mismo, a la industria del armamento norteamericana que extiende la factura, es que cada año que pase en el futuro próximo habrá que prever y proveer ese apartado económico en los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, obligando año tras año y sin demora.

Toda vez que entras en esa dinámica de gasto/pago, no se puede salir so pena que te traten de “traidor”. Es de locos...

Ítem más, que se trata de un comercio de armas apañado en manos de mafiosos y Lobbies, quiero decir que siendo cliente vip España sólo tiene acceso a (por capas) determinado armamento para su propio uso, nada de tecnología punta, nuclear o naves espaciales llegado el caso, sino material sobrante, desfasado, chatarra o fuera de catálogo (como la broza primera que han enviado a Ukrania). Y todavía peor, lo que da más miedo… que, rearmándose España con, a saber qué ingenios bélicos obsoletos, no sienta algún gerifalte fascista local la necesidad de usarlo contra quién sabe, incluso contra sí mismo, como pasó en el treinta y seis. Y ya puestos en esa vorágine abrasadora del “Sheriff”, siendo que estaríamos expuestos y sometidos al régimen tiránico del decadente Imperio, nos veríamos obligados a incorporarnos como aliados en todas las meteduras de pata de la CIA y el Pentágono allí donde se les antoje meter las narices como salvapatrias derrocando presidentes o aupando sátrapas que sean de su cuerda. No me gusta ¡No me gusta!

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