Dentro del Certamen de Teatro Clásico de Moratalaz, he tenido oportunidad de ver la obra: “El maleficio de la mariposa” original de Federico García Lorca, interpretada por la compañía: “El Comodín Joven”.
La obra es una especie de cuento singular donde el autor retrata sus sentimientos entretejiendo un drama fantástico de amor entre insectos diferentes. Una fábula que juega realmente con la semántica y compara, lo que es un retrato sociológico humano con una simbiosis natural en un hábitat silvestre. La trama como tal es genial.
Sinopsis:
“Cuenta la historia de un poeta andaluz, que un joven curianito se enamoró de una herida mariposa en una tarde de primavera. Hechizado por los versos de infinitos poemas sobre amores imposibles y deseos ocultos, el joven no pudo evitar caer en el maleficio del amor… La llegada de un nuevo ser de gran belleza a un pequeño prado hace que la vida de sus habitantes cambie completamente y les haga recapacitar sobre el amor y las diferencias.”
Se deja notar la inclinación sexual del autor y es como si diera un grito apagado, camuflado.
Hasta quince actores dan vida a los distintos personajes fabulosos de la obra. No puedo destacar que alguno de ellos esté por encima de los demás, si acaso, por mojarme de alguna manera, destacaré el trabajo de dos de ellos a saber: “Alacranito” interpretado por Carlos Fierro, e Irene Cruz que da vida a “Mariposa” y que ha sido merecidamente galardonada en este certamen con el premio a “Mejor coreografía” por su trabajo.
Plásticamente la obra es muy buena, el diseño de los figurines (Raquel Sánchez) y el talento del decorado, así como la puesta en escena resultan muy acertadas. La transición de las distintas escenas se hace con gran velocidad y la iluminación favorece la acción atinadamente. La dirección corre a cargo de Mª Jesús Varona.
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