La Villana de Getafe

Hace mucho tiempo que no escribo aquí y tengo tantas cosas que contar que dudo de por dónde empezar; pero poco a poco irá saliendo el cuento y procuraré no dejarme cosas en el tintero, pues hay verdaderas e increíbles vivencias con las que sustanciar un relato para el blog.

Empezaré por ir reseñando las obras de teatro vistas, que han sido unas pocas, y para empezar hablaré sobre “La villana de Getafe” por la Compañía: “Aula de teatro de la Universidad Carlos III; obra que ha sido acreedora merecidamente del Certamen de teatro de Hortaleza en Madrid. Certamen éste al que también ha concurrido La Farándula de 1905 con la obra “Un marido de ida y vuelta” en la que interpreto a “Elías”. Pues bien, “La Villana de Getafe” es una obra original de D. Félix Lope de Vega, genial autor del Siglo de Oro, siglo que debe el adjetivo, precisamente, a D. Félix.

Breve sinopsis de la adaptación de Domingo Ortega que también dirige la obra:

Principiando el siglo XX, una compañía de teatro sufre un terrible naufragio que se ha llevado consigo la vida de gran parte de los actores cuando iban a ofrecer su repertorio en Filipinas en la reinauguración del Nuevo Teatro de Arroceros. Sólo han quedado unos cuantos personajes con muchos piojos, el libreto de La Villana de Getafe, de Lope de Vega y cuatro baúles de mimbre con resto de vestuario y utilería de dramas rurales y operetas.

Los supervivientes, si quieren comer, tendrán que hacerse pasar por la Gran Compañía que trae por fin una obra del excelso Fénix de los Ingenios a las islas Filipinas. Y allí intentarán representar los tejemanejes de Inés, una muchacha de Getafe, por lograr el amor de D. Félix, un cazafortunas que trata, con su posición social, obtener rentabilidad económica a través de su casamiento.

Nueve actores en escena dan vida al plantel, reparto sobre el que destaco ya, para que no se me olvide, a “Fortunata” interpretado de modo soberbio por Paloma García Consuegra. En general todos los actores aportan frescura y comicidad en situaciones dispuestas al chiste en esta adaptación. El papel de “Lolita” está interpretado por Irene Domínguez que hace gala de una extraordinaria voz interpretando a capela algún cuplé que ojalá recordara mi fatua memoria. A “Jacinto” le da vida Enrique Chueca, siendo, en un desenlace transgresor, el que hila y conduce la trama durante toda la función.

Toda la función e incluso el preámbulo, en la entrada del público, los actores desarrollan un trabajo trepidante, una interacción cómica con el público, un incesante trasiego por el escenario con entradas y salidas constantes, vueltas y pasos rápidos, movimiento. La frescura es la tónica general de la comedia, incluso el papel de “El Manolo” interpretado por Gustavo Calleja, que en origen es más aséptico, resulta envenenadamente gracioso y sutil con la trama.

En general la obra ha sido muy de mi agrado y el primer premio obtenido muy merecido, visto lo expuesto.