Cabe pensar comparando, por descabellado que sea, que las televisiones públicas autonómicas en vez de estar supervisadas por los políticos de turno fuesen regidas por los señores taxistas… o por los mecánicos que reparan nuestros coches en sus talleres o por operarios de cualquier otro oficio conocido, cualquiera menos los políticos. Parece una locura y sin embargo no lo es. Si las televisiones públicas autonómicas estuviesen gobernadas por los peluqueros y peluqueras, probablemente se pasarían el día destacando, es un poner, lo bien que arreglan el pelo en las franquicias de “Llongueras” y lo nefasto de “Marco Aldany”. No te cuento si las televisiones estuviesen bajo el control de los agentes de seguros, ponte en el lugar: “Mapfre” & “Alianz”. Los señores periodistas pondrían en solfa a: “El Mundo” contra “El País”. Otro tanto ocurriría con los dependientes y cajeras/os de las grandes superficies comerciales, dícese de “Mercadona” y “Ahorra más”, etcétera, etcétera, etcétera. Así las cosas, mientras sean los políticos quienes se ocupen de mangonear en las televisiones públicas autonómicas, fuera aparte de que será una basura de televisión, habremos de soportar que se pongan a parir entre los de siempre, amén Jesús. Con lo fácil que es permitir que sean los propios profesionales quienes mejor gestionen el medio, y para una vez que parece que lo están haciendo bien, tienen que venir los manipuladores políticos a medrar sin contemplaciones. ¡Y eso que dicen ser liberales! ¡Miau!
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